Experiencia personal
Mi experiencia personal en el mundo del arbitraje, por ahora ha sido increíble, acertar en las jugadas te produce una satisfacción de dar espectáculo que es al fin y al cabo lo que supone ser árbitro. Lo que peor he podido llegar a vivir son los insultos que los padres de los niños te pueden llegar a decir o hacer, ya que no sería la primera vez que por una tarjeta amarilla el padre del niño este en la puerta esperándote para seguir largándote o en algunos escupirme... Pero es normal a nadie le gusta que su hijo pierda o que le saquen amarilla, como árbitro te vas acostumbrando poco a poco.
A pesar de todo eso, lo que me llevo al arbitraje fue una lesión que rompió todos mis esquemas. Jugaba en el Inter Movistar FS, una lesión el tobillo me dejaría sin jugar casi 1 año, lo cual hizo al club tomar la decisión de echarme del club ya que no sabían como iba a volver a jugar. Mi paso como portero en el mejor equipo del mundo de fútbol sala acabo y me hizo ir a jugar en el equipo de mi barrio Rayo San Fernando, donde a día de hoy sigo compitiendo pero sin exigirme tanto, esa fue una de las razones por las que me hizo tomar la decisión de realizar el curso de árbitro, además de ganar algo de dinero y de mi gran pasión por este deporte. Ahora mismo no me arrepiento de realizar el curso y estar donde estoy, quien sabe si en unos años podre estar arbitrando a mayores categorías.